La Puerta Es Bonita -- ¡Solo La Puerta!
"Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y
espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son
los que entran por ella" (Mateo 7:13).
En una noche inolvidable, un joven y un viejo, escoceses,
estando juntos en Paris, se vieron, de repente, delante de un local no muy recomendable.
espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son
los que entran por ella" (Mateo 7:13).
En una noche inolvidable, un joven y un viejo, escoceses,
estando juntos en Paris, se vieron, de repente, delante de un local no muy recomendable.
La fragancia de las especias árabes parecía flotar en el aire y el sonido de música y danza herían a los oídos.
El resplandor y el deslumbramiento del reino de las hadas eran vistos en las puertas.
El joven preguntó: "¿Qué es esto?" Los labios del viejo escocés estaban entonando alabanzas al Dios de los Cielo, pero, al ver el interés despertado en el joven, Agarró firme sus muñecas y habló duramente de forma que éste jamás se olvidó:
"¡Esto es el infierno!" "¿Qué?" dijo el joven, "¿infierno,
con una entrada así? ¿Con todos los colores del arcoíris?
¿Con todas las flores, belleza y maravillosos paisajes y
atracciones? ¡Pensé que el infierno era feo!"
El infierno es un lugar de llanto y crujir de dientes, como nos describe las Sagradas Escrituras, pero ¿será su entrada igualmente fea? Si así fuese, no conseguiría atraer la atención de tantos en tantos lugares.
"¡Esto es el infierno!" "¿Qué?" dijo el joven, "¿infierno,
con una entrada así? ¿Con todos los colores del arcoíris?
¿Con todas las flores, belleza y maravillosos paisajes y
atracciones? ¡Pensé que el infierno era feo!"
El infierno es un lugar de llanto y crujir de dientes, como nos describe las Sagradas Escrituras, pero ¿será su entrada igualmente fea? Si así fuese, no conseguiría atraer la atención de tantos en tantos lugares.
Cuando no estamos alicerçados en Dios y no nos dejamos dirigir por Su
Espíritu, somos presa fácil a las trampas del demonio cuyo propósito en este mundo es robar, matar y destruir.
La Palabra de Dios nos advierte de que la puerta que lleva a la perdición es ancha y espaciosa. Ella también ofrece colores y bellos paisajes, promete éxito y vida fácil, presenta luces y sueños, pero, en la realidad, lleva el incauto a muerte eterna.
Cuando Cristo es Señor de nuestras vidas y nuestro corazón
está firmado en él, somos protegidos por Sus ángeles y preservados de los engaños estampados en las bellas puertas del infierno.
Bellas apenas en la apariencia, pero fatales para toda la eternidad.
Espíritu, somos presa fácil a las trampas del demonio cuyo propósito en este mundo es robar, matar y destruir.
La Palabra de Dios nos advierte de que la puerta que lleva a la perdición es ancha y espaciosa. Ella también ofrece colores y bellos paisajes, promete éxito y vida fácil, presenta luces y sueños, pero, en la realidad, lleva el incauto a muerte eterna.
Cuando Cristo es Señor de nuestras vidas y nuestro corazón
está firmado en él, somos protegidos por Sus ángeles y preservados de los engaños estampados en las bellas puertas del infierno.
Bellas apenas en la apariencia, pero fatales para toda la eternidad.
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